Ceremonia de Cacao

Expansión de AMOR

El Cacao Ceremonial es una medicina ancestral, una planta maestra. Una herramienta poderosa para transformarlo todo en AMOR.

Según dicen las leyendas Mayas sobre la creación del árbol de cacao, que este ser apareció en la Tierra para enseñarnos a vivir en armonía con la naturaleza.

Nos conecta con la belleza, la dulzura y el amor que reside en uno mismo.

Ceremonia 1:1

Un espacio para ser abrazado y recibiendo todo aquello que hemos guardado en los rincones más secretos. Nos trae apertura, ancla el momento presente y crea un puente del cerebro al corazón para estar desde ese espacio. Ayuda a sanar lo que en ese momento requiere ser sanado, aprendiendo a escuchar y amarse a sí mismo.

La Ceremonia de Cacao es una manera de honrar, conectar con la vida, la gratitud y el disfrute. Es volver a las raíces, es trasladarse al lugar donde la mente, el espíritu y el cuerpo conviven en armonía con el entorno.

Ceremonia grupal

Son espacios sagrados de amor donde nos damos permiso para abrir el corazón, a los rincones más profundos, donde todos viajamos en esa apertura, creando un puente desde el cerebro al corazón, soltando la mente.

Estos espacios de unión suelen traen un tema en común, potenciando la sanación de una manera muy amorosa. Elevando la frecuencia. Dando un salto cuántico, anclándonos al momento presente. Honrando la vida, volviendo a las raíces. Conectando con nuestra esencia.

Ceremonia junto al acompañamiento de caballos

Los caballos son seres especiales, viven en el presente, vibrando desde el amor puro. Capaces de acompañar al ser humano en sanar lo que en ese momento requiere solo con su presencia.
La manada vive en semi-libertad, donde desde su presencia nos acompañan a tomar conciencia, todo pie a tierra.

Esta combinación de Ceremonia de Cacao nos ayuda a eso, a abrir el corazón para desde ahí soltar todas las emociones, limitación, corazas que guardamos en lo más profundo, junto con una meditación y a continuación nos vinculamos con la manada, ellos hacen de espejo nuestro, ya que los caballos perciben lo que somos, no lo que queremos aparentar ser. Para así, anclar e integrar todo la información y experiencia vivida.

Pueden ser 1:1 o grupales.