Una invitación del alma, de estar más hacia adentro, sentir hacia donde se quiere mover tu energía. Una propuesta a abrazar el nuevo ciclo. Un viaje sutil como las hojas en otoño, soltando amorosamente e integrando en consciencia el Ser que habita en nosotros
El equinoccio de otoño es un tiempo de agradecimiento y reflexión. Un momento de cambio, no solo de estación si no de la forma en la que nuestros propios ciclos y los de la naturaleza se manifiestan. Sentirse como poco a poco el ritmo comienza a ralentizarse.
Es un momento para comenzar a ir hacia dentro de nuevo, para poder procesar, y celebrar lo vivido durante este año, pero también para elegir lo que queremos soltar.
Tomando decisiones que nos permitan vivir más conectadas al goce y al cuidado.
Permitiendo encarnar el cambio desde la simpleza que nos ofrece el presente.