El adviento, momento de preparación al solsticio de invierno y tiempo para considerar que nuestra vida se proyecta más allá de todo lo comercial que nos mete la sociedad...
Un sentido de unión con los ciclos, con la luz, la naturaleza y la familia, en el que nos parece una bonita propuesta para agradecer y compartir junto a la manada.

Un momento de conexión, tomando conciencia del núcleo familiar, en resonancia con la naturaleza y en conexión con los caballos, seres puros que nos recuerdan siempre estar vibrando en amor, soltando toda limitación.

Todo se realizará pie a tierra

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